Observaciones de profesionales en la costa norte de Hawái

Llevo viniendo a Hawái casi diez años, pero es la primera vez que vuelvo en al menos dos años. ¡Está increíble! Hace apenas unos días tuvimos un oleaje enorme y Waimea y Jaws estaban espectaculares. Volver aquí me ha recordado algunas cosas.

Como empieza la temporada para todos los profesionales, hay muchísimos en el agua. Es como estar en Hollywood surfeando. Cuando los ves surfear en persona, sobre todo con olas de este tamaño y potencia, hasta los buenos surfistas de tu playa local (dependiendo de dónde surfees) parecen niños de primaria, y los surfistas promedio, bebés que apenas saben caminar. La diferencia entre verlos en vídeo y verlos en persona es como la diferencia entre ver un accidente de coche a través de una cámara de seguridad cutre y verlo en directo, de cerca.

Estas son las cosas más importantes que me vinieron a la mente:

  • Posicionamiento: se colocan literalmente 30 pies más adentro que los demás en el pico principal, y cuando despegan, se mantienen tan altos en la ola y generan tanta velocidad que logran completar la sección y les permite atrapar muchísimas olas.  
  • La fuerza de remar: las olas hawaianas son potentes y de largo período, por lo que verás a muchos surfistas con tablas grandes (de 1,8 a 2,7 metros) para igualar la velocidad de las olas y tener la oportunidad de surfearlas. Mientras tanto, los profesionales surfean con tablas delgadas y finas, y aun así logran entrar en esas mismas olas. ¿Cómo lo hacen?
    • La primera parte es pura potencia de remo. Me adelantan sin problemas incluso remando tranquilamente. Es una locura.
    • La segunda parte es el posicionamiento; saben exactamente dónde sentarse y posicionarse para maximizar sus posibilidades de coger las olas y llegar a ese punto óptimo que permite una entrada relativamente fácil.
  • La velocidad está a otro nivel. Son capaces de exprimir la ola al máximo, exprimiendo cada gota de fuerza, y sus giros en la base son tan profundos y los impulsan con tanta velocidad hacia el labio que, cuando lo golpean, es realmente violento.  
  • Compromiso: lo que parece una rompiente aterradora que un simple mortal querría evitar, es una sección tentadora para un profesional. Estaba (o eso creía) bastante adentro, en el pico, a punto de remar hacia una ola que probablemente me doblaba la altura, cuando de reojo vi a una profesional que venía bajando por la línea detrás del pico, así que me retiré. La vi lanzarse con todas sus fuerzas hacia el labio de la ola, casi tubular, y levantar una enorme nube de agua. Casi no lo logra, pero mis amigos que estaban más abajo dijeron que no podían creer que se hubiera atrevido con una sección tan potente.

¿Cuál fue mi conclusión personal de todo esto? Todos estamos en diferentes etapas de nuestro progreso, pero todos esos puntos son fundamentales. El posicionamiento, la potencia de la remada, el esfuerzo por ir rápido y el compromiso son aspectos que podemos mejorar. No puedes esperar convertirte en profesional de la noche a la mañana (jaja, ni probablemente nunca), pero si intentas mejorar estos aspectos de tu surf en pequeños incrementos del 1% cada vez que surfeas, mejorarás exponencialmente con los años. El surf es una pasión para toda la vida y tener una perspectiva y expectativas realistas es crucial.


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